Desde el punto de vista de inversión, naturalmente, existen diferentes alternativas en el mercado que se adaptan a las necesidades y objetivos de cada persona. Una de ellas es Bitcoin, desde el momento en que el mercado ha empezado a valorizarlo y tiene un precio de cotización en relación a la moneda local o, en general, al dólar americano.
El 2019 ha sido un año bueno para Bitcoin. Después de la gran subida del 2017, en donde se había superado los 20 mil dólares y que terminó en una caída debajo de los 4 mil dólares, el 2018 ha sido muy parecido a este 2019 que concluye. Ambos han iniciado con precios alrededor de los 4 mil dólares. Sin embargo, a diferencia del 2018, este año se cierra con un precio encima de los 7 mil dólares, lo que representa una rentabilidad de 90% para el año 2019.
Esto quiere decir que si usted hubiese comprado el 1 de enero del 2019 y vendido hoy, hubiese obtenido esta rentabilidad. Ahora, ¿cómo se comparan estos números, en apariencia no tan buenos, dado los resultados de años anteriores; a las principales alternativas de inversión de renta variable existentes en el mercado?
Charlie Bilello ha preparado un resumen en texto que he transformado en gráfica para mejor visualización.
Se puede ver que ninguno de los diferentes ETF (fondos cotizados), índices, mercados emergentes, de alto riesgo, SOCIMIs inmobiliarios, bonos o materias primas como el oro, han llegado a obtener ni el 50% de la rentabilidad que ha obtenido Bitcoin este 2019. El que más se ha acercado es el “PowerShares QQQ Trust, Series 1” ($QQQ), un ETF del sector de energía que ha obtenido 38% de rentabilidad.
Esto nos muestra que, más allá de los instrumentos de especulación, como es el denominado “trading”; nunca es tarde para entrar en el mercado y adquirir Bitcoin como instrumento de inversión pasivo a mediano o largo plazo. Bitcoin es una tecnología financiera para el ahorro. Bien sea para protegerse de la inflación o como reserva de valor, es una buena alternativa que está al alcance de cualquier persona en el mundo.