Las principales víctimas de la ideología de género son sus adherentes

Hasta antes del siglo XX (alrededor de los años 70’s) el homosexualismo era considerado una actividad o práctica sexual por sus propios practicantes y una parafilia para la medicina y la religión, es decir una elección personal que por tanto se podía cambiar. No existía ningún tipo de diferenciación o separación entre la naturaleza de una persona y sus prácticas o elecciones sexuales. No hay que ir muy lejos para tener un ejemplo.

En el Museo Larco de Lima se puede ver algunos vestigios de las prácticas sexuales de las culturas precolombinas en el actual territorio peruano retratadas en artefactos de cerámica conocidos como huacos. En ellos se observa la práctica de relaciones homosexuales, además de otras prácticas heterosexuales como el sexo oral, anal, con mujeres embarazadas, y en grupo. De los documentos de los arqueólogos o historiadores como el de Huaman Poma de Ayala, primer historiador peruano, se conoce que estas prácticas sexuales se conocían en la sociedad y se tomaban como tal. En ningún caso se conoce que estas personas eran tratadas de manera diferente a su naturaleza (masculina o femenina) por realizar estas prácticas sexuales, mucho menos que exigían dicho trato o derechos especiales.

La ideología de género es una construcción política cuyas principales víctimas son aquellos grupos a quienes se ufana en proteger. Afirmamos que es político porque sus objetivos no son el hacer el bien en la sociedad o a su público objetivo (que también implica hacer política, que es el ejercicio del poder), sino buscar cupos de poder desde donde coaccionar al estado para otorgarles reconocimientos sociales y legales, a fin de que puedan seguir captando más adeptos. Por supuesto, esta posición de poder conseguida los últimos años también les ha dado acceso a infinidad de recursos económicos para su movimiento. Es un movimiento además que ha construido conceptos, para sustentar sus posiciones, que se contradicen entre sí, pues es como la casa de los tres cerditos, está construida sobre arena.

El primer público objetivo han sido las mujeres captadas mediante el movimiento feminista. El objetivo entonces era ampliar el número de votantes, pues solo el varón tenía derecho al voto, a fin de lograr más votos en pro de sus ideas. Algo similar a lo que pasa hoy con el partido demócrata y los inmigrantes en EE.UU… Al final del día no importa si tienen trabajos miserables o si viven en un depósito para poder tener acceso a los mismos. Lo importante es que les han votado, es decir comprado el cuento, y en compensación recibirán fondos del gobierno para seguir siendo pobres.

Los ideólogos de género crearon el nuevo concepto de género para el feminismo. Este concepto les permitía separar los roles de la naturaleza de la mujer. Por tanto, se afirmaba que el que las mujeres pudiesen asumir los roles del hombre era una cuestión de educación. Una construcción social que se aprende. De esta manera lo que había que hacer es educar a los hombres para aceptar que las mujeres, en la práctica, compitan con ellos. Que la mujer puede “parar la olla” y el hombre ser el amo de casa. Esta lucha en contra de la sociedad patriarcal tuvo sus adeptos y dio frutos, pues a la fecha se han reconocido muchos de sus reclamos. Resulta que luego de esto, como todo movimiento que lucha en contra y no a favor de algo, el movimiento tuvo un declive en adeptos y en la sociedad convirtiéndose en obsoleto. En vista de esto los ideólogos de género buscaron otro grupo objetivo: los homosexuales, y luego los transexuales. El concepto de género también permitía crear el género neutro u muchos otros. De esta situación inicial también sale la idea de la igualdad.

El segundo concepto, creado para captar a los homosexuales, fue el de orientación sexual. Este concepto señala que la sexualidad es algo innato. Que los homosexuales lo son porque nacieron así. Es aquí donde se convierte la homosexualidad de una práctica sexual, como lo hemos visto, a parte esencial de la persona: su identidad sobre la que gira quien es. Por tanto, deja de ser una parafilia. A partir de estas ideas es que nacen todas las luchas de los grupos homosexuales, la última de ellas el “matrimonio”. Por supuesto, a la fecha la ciencia aún no ha podido identificar cual es la causa del homosexualismo. De la misma manera que con el feminismo el tema se agoto.

El tercer concepto es identidad sexual y que nace luego de lograr insertar en la sociedad las ideas anteriores para los homosexuales y que se vean como normales, por tanto ya sin interés, sin nuevos adherentes. Este concepto también intenta solucionar una contradicción frente al caso de los transexuales, las nuevas víctimas. La definición original del transexualismo era que a la persona se le había asignado erróneamente un cuerpo incorrecto. Idea que luego evoluciono a que bastase que alguien sienta por dentro una inconformidad para que se declare transexual, sin necesidad de mutilarse los genitales. Aquí empiezan se evidencian las principales contradicciones de esta ideología. Si una persona se siente el en cuerpo equivocado, entonces se acepta que ha nacido como hombre o mujer, y por tanto, ya se puede afirmar que es una construcción social que se aprende (género). Esto también lleva a la siguiente reflexión: ¿no sería mejor cambiarle la construcción social en lugar de mutilarle en ese caso? Es decir hacer que aprenda a ser lo que su cuerpo dicta. La definición, entonces, de esta nueva idea es que la identidad sexual es algo con lo que se nace, si tu cuerpo no se condice con tu identidad el problema es del cuerpo y no tuyo.

En este punto de esquizofrenia ideológica hay muchas cosas que comentar. Por ejemplo, el hecho que al aceptar que una persona se siente de una manera diferente al cuerpo que tiene, se acepta el concepto de alma. Existen muchos otros temas con los cuales fácilmente se puede derribar esta casita sobre la arena. Sin embargo, quiero terminar con dos ideas principales.

Para hacer frente a este movimiento, primero hay que reconocer que es político. Por tanto se le debe hacer frente debatiendo sus ideas fundacionales. Lo segundo es que antes de hablar de lo natural o el sexo biológico se debe hacer entender que la humanidad siempre ha aceptado que existen seres humanos varones, que tienen la capacidad de fecundar a otro ser humano, y mujeres, que es la única con capacidad de concebir. Esto también implica que ambos tengan diferentes y complementarias naturalezas. Tanto las culturas precolombinas como otras han creado ritos a la fertilidad humana y en alusión a la agricultura dentro sus creencias donde había un complemento en sus dioses. Ritos que por cierto, aún cuando han tenido sincretismo, todavía se conservan al día de hoy.

Finalmente, les pongo un video donde la guapa Yael explica mejor que yo el tema de las bases ideológicas del movimiento de género, y otro video en donde en una cadena de España (capturada por Podemos) se observa como hace pocos años se mofaban de una persona varón que se volvió transexual, se casó pero resulta que su identidad era de homosexual mujer (lesbiana). Hecho que muestra que este tema es un asunto político que se va ajustando en el tiempo y que las víctimas principales son los propios seres humanos catalogados como LGBT y todos los que han caído en estos artificios ideológicos que no resisten el menor análisis, como hemos visto.

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El concepto de género es análogo al concepto marxista de “clase”. No se habla directamente de ricos y pobres, y no se busca que los pobres dejen de serlo. Se busca alienarlos al ubicarlos en una “clase” para “luchar” contra la dominante. Cuando se ejecuta resulta en que todos terminan pobres, menos sus líderes por supuesto, como presenciamos en Cuba y Venezuela. Las víctimas de la IG no hablan directamente de igualdad entre hombre y mujer, sino de igualdad de géneros. Lo que vemos no es una mejor valoración de la mujer, o el hombre, sino un incremento del conflicto entre ambos que resulta en la destrucción social, objetivo que ambos movimientos comparten. ¡Despertad!

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