Crónica macarra: Uruguay 1 - Perú 0

Dieron las 20 horas y el pueblo enfureció. Se había generado toda una movida de que ya estaba el pan en el horno y solo restaba finiquitar. Pero más que un estoque a lo Roca Rey, en algún momento se vivió un remedo de las eliminatorias de antaño, había que simplemente esperar el desenlace. Gol, gol, gol, fue gol. ¡Que fue gol! El VAR, ¡miren el VAR!. ¡Árbitro pagado!. FIFA corrupta. ¡Hijos de la grandísima perra!.

Los días previos hubo una calma, rara calma. Quizá la tensión se llama ahora calma, pero había eso. Veamos este capítulo y terminará la serie. No será nada fácil, pero venimos bien. ¿Jugará tal o tal? Pero tal no ha tenido partidos y no viene bien. Esas cosas. Mientras en los pasillos de los diferentes aeropuertos, decenas de peruanos paseaban esperando su conexión Lima - remotolandia - Montevideo o Buenos Aires, que es casi lo mismo cuando no viajas por el fútbol.

Arrancaba el jueves y las calles volvían a presenciar camisetas blanquirrojas, o la nueva rojinegra, como hacía 4 años, pero sin el “sí se puede” o el “están pasando cosas”. El equipo de la FPF solo, como norte, debía mantener su posición. Es decir, su diferencia de puntos. No perder el paso. Que las eliminatorias se trantan de eliminar, dejar atrás. Dejar fuera al que tiene menos puntos. Para eso más que no perder, lo importante es ganar, ganar y ganar.

Por supuesto, un mundial es más atractivo con los Suárez L., Cavani, Giménez, Araújo (újo), Cáceres, Cabrera, Valverde, Olivera, Suárez D., Gómez; que sin ellos, un equipo completo que trabaja en la península, al igual que los argentinos y brasileños que ya están clasificados. Para la FIFA, un mundial con el generoso aporte del contingente de LaLiga y algunos del PSG, que salen de los países de CONMEBOL, es mucho mejor comercialmente hablando. Había que intentar manejar esto y no arriesgarse a perderlo todo, a lo Italia, en un solo partido en el lejano Catar. Las eliminatorias CONMEBOL no son solo difíciles por cómo se juega o el nivel de quienes juegan, sino porque también juegan otros. Se juegan otras cosas en la otra cuerda.

Probablemente no haya sido gol y el tema se zanjará con los vídeos del VAR, pero eso no le quita el disgusto a la gente, que vuelve, a golpes, a recordar el peso de la FPF en el fútbol. Es decir en las organizaciones que intervienen en el negocio del fútbol. Quien sí se ha dado cuenta de esto es Cueva, sorprendiendo gratamente a los que hemos visto sus reacciones a lo largo de su carrera, al igual que Gareca, del que normalmente se esperan estas cosas. Su serenidad es la que debe perdurar, el legado del tigre. De hecho, creo que el jugar en ligas competitivas más que nivel futbolístico, que es lo obvio, también te da otra cosa que es el carácter, de lo que Gareca ya había hablado. Te da un panorama más realista del fútbol de hoy. No del deporte, sino del negocio. Enhorabuena. Menos victimismo es un gran paso adelante.

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En el Brasil - Chile, una clase fe VAR de 5 minutos para anular el gol de Chile, por posición adelantada.

En ese momento Chile también se jugaba algo concreto, empatando o ganado se ponía en la pelea por el quinto lugar.