Fútbol: Solo hay hinchas con micrófonos en la tele

Veo fútbol casi todos los fines de semana y entre semana cuando hay copa de campeones de la UEFA. No es que deje mis actividades de cada día, si no que el fútbol tiene algunas características que lo hacen peculiar e interesante intelectualmente. Ha leído bien. El fútbol de nuestros tiempos aglutina en sí mismo deporte, espectáculo, inteligencia y atletismo. Es quizá por esto que es fácil subestimarlo e ir de intelectual de Starbucks con frases que no resisten ninguna argumentación lógica, por ejemplo, que son 11 corriendo tras de una pelota. !Ya quisiera la humanidad encontrar este tipo de energía que hace que la materia se mueva sola! Aunque, entre nosotros, sabemos que es por la gracia del señor.

El fútbol es popular principalmente porque es opinable, si lo abordas desde la órbita del espectáculo. Vaya usted a encontrar alguien con quien discutir de badminton o, para no restregarle un poco de superioridad moral con la excusa del deporte, quedemos en voleibol. ¡Qué mal ha jugado Rufina del Regatas! ¡Pero qué dices, la he visto saltando y puteando a sus compañeras todo el partido! No se da, nunca. La tele ha llegado al fútbol y ha sido como el encuentro de J. P. Morgan con una América necesitada de vías de comunicación.

En la tele de Perú solo hay hinchas con micrófonos y en su mayoría de un único equipo limeño. Si usted se pone a ver un partido cualquiera de ese equipo, va a notar varias cosas: una gran efusividad en comentar todo lo relacionado a éste, jugadas, posiciones de ataque, tiros al arco, cambios de jugadores, idea de juego que creen que el técnico tiene, motivos supuestos de los cambios que el técnico ha indicado, etc. El otro equipo, puesto que un partido de fútbol implica dos equipos, sí señores, 2; no tiene nada de lo anterior. El equipo rival es lo que los jóvenes de la generación Play Station llaman NPC, personajes que no juegan. Forman parte del espectáculo pero son menos que actores secundarios, están para la foto, para el relleno de los pixeles o el encuadre que ha indicado el director de cámaras.

En un reciente partido no se ha comentado absolutamente nada respecto a la idea de juego del rival de turno. Nada acerca del porqué, incluso llegando al área rival en muchas ocasiones, no ha podido efectuar disparos al arco. O, quienes son sus jugadores y qué les ha faltado para sacar esos disparos. Nadie ha explicado que aún cuando el rival ha defendido mal, el equipo local no les ha marcado más goles que el mínimo que les permite quedarse con 3 puntos. Seguramente se puede argumentar que se habla exclusivamente de este equipo porque es local y tiene más hinchada, ávida de conocer todo sobre su equipo. Falso y chato. Si esa es la lógica, sincerense y digan este es el canal que habla de tal equipo, como lo tiene, por ejemplo, el Madrid.

Sin embargo, esto no es un tema de audiencia o de medios. Es un tema de que todos los que tienen un micrófono en la tele peruana solo están para hablar de su equipo favorito. No es necesario forzar la cosa poniendo dos comentaristas en cada partido, pues ambos siempre van a estar de acuerdo y hablar de lo mismo durante toda la transmisión. Todo esto puede sonar como un desfogue, pero no lo es. Aunque, sí debo confesar que muchos partidos los veo con el audio apagado. Esto lo hacia mucho en esos momentos en que la selección peruana era el chivo expiatorio favorito de todos estos, cosa que cambió con Peredo, que nunca entró en esas movidas, siempre miró el fútbol como lo que es y por eso no se permitió reducir su profesión al ámbito del espectáculo.