Resulta que los últimos tiempos las redes sociales se han empeñado en dirimir entre lo que es correcto y no publicar. Hay muchos casos de personas que han sufrido la suspensión de sus cuentas y la eliminación del contenido en el cual han trabajado todo este tiempo en Youtube, Twitter, Facebook, etc.
Un caso notorio son el de Alex Jones creador del sitio infowars.com cuyas cuentas han sido suspendidas en estos sitios web, además de que se ha bloqueado su cuenta en PayPal en la que recibía donaciones.
Toda esta situación ha llevado a que un grupo de personas preocupadas por la libertad de expresión, libertades individuales y el libre flujo de información en Internet creen gab.ai. La plataforma es similar a Twitter en cuanto a su funcionamiento, pero también utiliza cosas de otros sitios como Reddit. Tiene un muro, un sistema de mensajes, y búsqueda de historias.
Actualmente Gab está recibiendo inversiones para financiar las operaciones y el proyecto. Ya han participado 598 inversionistas que han contribuido 453 mil dólares americanos, recaudando buena parte en menos de 48 horas; lo que muestra que no a poca gente le interesan las libertades individuales y la libre expresión en Internet, objetivo del proyecto:
liberar a la humanidad de las cadenas de los silos de datos, manipulación psicológica, censura y cámaras de echo ideológicas de Silicon Valley.
La idea de Gab es muy buena y además necesaria, porque claro, están los sitios como Breitbart, infowars, el propio 4chan; pero no cubren el espectro de las redes sociales.
Tengo algunas precauciones con Gab, sin embargo. En cuanto al negocio como tal, al ser una empresa de accionariado abierto, a través de la venta de participación con tokens, es también proclive a ataques de grupos de interés e inversionistas activistas. Eso es cosa de dinero simplemente, y logras el objetivo de dirigir las cosas hacia donde tu agenda indique.
Entre mis precauciones técnicas están el tema de utilizar tokens en Ethereum para representar las acciones de la empresa. Sin detrimento de que es uno de los pocos proyectos que equipara un token con una acción de clase B sin voto, es decir una acción tradicional representada en un token; el elegir esta tecnología lo hace propenso a heredar todos los riesgos, desde el punto de vista de negocio, que existen con ella.
El otro punto vulnerable es el hecho de que la infraestructura sea centralizada, por tanto está a merced de ataques informáticos de todo tipo; que son el día a día de un servicio en la red, cada vez menos costosos de lanzar y más caros de manejar, pues implican tener un equipo dedicado, costos variables en infraestructura, etc. Esto junto con el modelo de ingresos, que no seguirá el tradicional de vender publicidad, puede resultar en una flor de verano tecnológica. Igual está muy interesante hacerle seguimiento, además de participar, y ver cómo se desarrolla.
Gracias por la acuciosa observación, ya lo he corregido gracias a que es fácil hacerlo desde el celular.
Por cierto, solo quedan 55 días para participar como inversionista, $252 como mínimo.
En otras noticias, al parecer pronto también aceptarían Bitcoin y hoy han hecho una linda campaña, o en lenguaje progresista una intervención en las oficinas principales de Twitter en San Francisco.
